La sensación de impotencia, que llega incluso a crear dolor, que se va generando. Cuando quieres ayudar a alguien y no te lo permite. Confiar, acetar y darle a entender que siempre estás ahí... saciar el dolor con pocos recursos que te quedan para ello, quizás poner música, llegar a escucharla o quizás esperar.
La mayoría de las veces que intento separar algo que verdaderamente considero importante, de algo que no lo es, esa línea paralela sea tan fina que ni si quiera puedo encontrar la diferencia entre lo cierto y lo no cierto.
Quiero saber que todos los seres tenemos en nuestro interior aquellos recursos necesarios para ser todo lo que podemos llegar a ser. Quiero sentir que estamos caminando en la dirección adecuada. Quiero intuir que cada uno de nosotros sabe cual es el momento prfecto para cambiar. Pero primero, adentrate y descubre el cómo. No perder la esperanza y la voluntad de lograrlo. ¿Consecuencias? Puede que guste, puede que no.
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