La palabra mágica de hoy es cansancio, así es como me siento hoy, y no es solo cansancio físico. Esto se hace duro. 

En cambio, intentaré no rendirme, simplemente es una parada que hago con obligación, no es preocupante, solo durará unas horas...
Hace unas semanas, una profesora tomó al erizo como un ser irracional.

Los carnavales pasaron, pero yo, me voy a disfrazar de erizo para poder refugiarme, sin miedo a nada, debajo de mis púas. 
Hay un problema; no quiero que los que estén a mi alrededor se hagan daño. Por ello, tendré que pulir esas púas poco a poco. Es difícil no pincharse mientras pulo mis propias durezas, aunque, la practica se hace evidente. 

Me da que esto se convertirá en algo habitual.