
Y ahora, me doy cuenta de mi gran contradicción: ¿Sabes lo único que tenemos en comun una oruga y yo? Sí, al final, acabaremos siendo mariposas.
Necesito algunos cambios, los necesitos, el hecho de que no sean tan extravagantes, evita que pierda el miedo a arriesgarme, a llevarlos a cabo, pero, tengo en mi cabeza una nota, muchos pequeños cambios hacen que mi vida me resulte un lugar cómodo, un espacio donde me siento llena, donde noto mi evolución paso a paso, y sí, sé que a veces me paro a descansar ya que no permito que mi savia se estanque, no quiero eso.
Si alguna vez me despisto, ahí esta mi propia vida para recordarmelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario